miércoles, 4 de septiembre de 2013

La pedagogía divina

La pedagogía divina
Dios ama y escucha al humilde y desecha al soberbio, ¿Qué pasa con esta pedagogía? ¿Por qué Dios desprecia o repugna al soberbio? Difíciles cuestiones hacen pensar que la soberbia humana es imprescindible e incluso nata, tal parece que Dios se molesta cuando el hombre no se ubica en su situación y alardea de ser mejor que Él, tal parece que Dios se molesta cuando el hombre usurpa su lugar y se proclama dios de todo, a la manera de Nietzsche: Dios ha muerto. Dios sigue muerto. Y nosotros lo hemos matado. ¿Cómo podríamos reconfortarnos, los asesinos de todos los asesinos? El más santo y el más poderoso que el mundo ha poseído se ha desangrado bajo nuestros cuchillos: ¿quién limpiará esta sangre de nosotros? ¿Qué agua nos limpiará? ¿Qué rito expiatorio qué juegos sagrados deberíamos inventar? ¿No es la grandeza de este hecho demasiado grande para nosotros? ¿Debemos aparecer dignos de ella?
O  que no lo necesitamos como decía A. Comte “el hombre puede vivir sin Dios pero no sin religión, o que ni siquiera existe y que su existencia es irrelevante, que no es necesario para la vida humana ¿Por qué Dios se molesta de que el hombre quiera ser más que Él? Será que el hombre verdaderamente pretende ser dios, como decía J. Paul Satre “el máximo anhelo humano del hombre es ser dios”.

La soberbia viene del latin supervia, por encima de todo, de la creación, no existe nada que sea superior o mejor que el soberbio, en efecto, la humildad es lo contrario a la soberbia, es una virtud metafísica, es decir, ante el cosmos y su grandeza caemos en la cuenta de que hombre es nada considerado con el universo, pero Dios se encarga de humillar al soberbio, la vida es un constante aprender de la humillación, se dice que Dios no crea el mal pero si lo permite, para una humillación perpetua del hombre, y por ésta humillación el hombre se acerca o cae rendido ante los pies de Dios, la máxima humillación que le permite al hombre es la muerte, el hombre es finito, mortal, de carne y hueso, vulnerabilidad y fragilidad y su máximo anhelo es vencer todas sus limitaciones desde tener seguridades hasta vencer la muerte, por eso el hombre se esmera en vivir, en tener una vida buena, pero sobretodo en ser feliz, y la felicidad se logra a base de la humillación en una aceptación profunda del reconocimiento de lo que se es, humano, vulnerable, débil, es decir, dios educa a base de humillaciones, y el humilde no exige sino que reconoce su situación, dialoga con el Creador como con un amigo y se atreve a pedir.
El humilde es el amigo de Dios, es aquel que reconoce su miseria y se compadece de todos los que comparten su situación mortal, carnal y vulnerable. La pedagogía divina se complace en hacer al hombre caer en su realidad y que el la acepte, que por su pobreza necesita ayuda, empero, todos los valores son imposibles de hacer porque el hombre desea ser Dios, el hombre desea crear sus propios valores como Nietszche y no piensa que el ser bueno no esta en la voluntad humana sino en el deseo divino, algún santo decía: Se bueno si puedes. Nadie ningún hombre puede ser bueno por voluntad propia, hasta eso es por voluntad divina, es increíble hasta donde llega la imposibilidad humana de hacer el bien.
No se qué es dios o quién es dios, sólo se que como dijera San Agustín: me creaste para Ti y mi corazón estará inquieto hasta descansar
en Ti.



2 comentarios:

  1. yo creo que es verdad la gente soberbia aparte de caer mal podria decirse que es ignorante por el simple hecho de creer que sabe mas que todos ese tipo de personas no tiene valores.
    sin duda alguna la persona humilde puede tener muchos mas valores que una persona soberbia

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  2. Pienso que la soberbia es algo que existe en todos los seres humanos, en especial en los humanos. No pienso que esté mal serlo, es bueno creer que eres mejor que los demás por que este pensamiento positivo puede ayudarte a atraer éxito en lo que se quiere conseguir ( no hablando de materia). Sin duda resulta frustrante el darte cuenta que esta maravillosa máquina que todos poseemos llamado cuerpo es solo materia y comparado con lo enorme y misterioso que es el universo podemos darnos cuenta de que esta energía tan divina (Dios) nunca va a dejar de sorprendernos.

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